Las sombras de ojos, junto con los delineadores y las máscaras de pestañas, son los productos encargados de potencias la mirada y proyectar un look misterioso y sofisticado.
Los ojos son uno de los elementos del rostro más importantes. La mirada se convierte, en maquillaje paso a paso profesional, en uno de los factores más relevantes, destacándolo y trabajándolo por encima del resto de elementos del rostro.
Las sombras de ojos son cosméticos que se utilizan para sombrear el párpado, destacando el ojo y su color, creando efectos ópticos de corrección del mismo, o consiguiendo efectos de fantasía.
Se trata de un producto de maquillaje paso a paso profesional que resalta la belleza natural del rostro y consigue crear una mirada seductora y cautivadora.
Las sombras de ojos, bien seleccionadas y aplicadas, consiguen realzar el atractivo de la mirada. Pero para ello, como hemos mencionado, es necesario saber seleccionarlas y aplicarlas, mediante el conocimiento de la variedad de sombras de ojos, sus funciones o sus formatos, entre otros.
Composición y formas de presentación de las sombras
La composición de las sombras de ojos es muy semejante a la de los fondos de maquillaje, es decir, están constituidas por un excipiente y pigmentos minerales.
Es composición es la base del cosmético, que puede mostrar diversas formas de presentación.
Sombras en polvos compactos
Son las sombras más utilizadas, por su fácil aplicación. Como los polvos compactos, se componen de pigmentos, generalmente metálicos, de diversos colores, y sustancias “ligantes” que favorecen la compactación.
La calidad de las sombras depende de su fácil aplicación, es decir, de que se separen bien cuando se aplican con el pincel y que se extiendan de manera que queden difuminadas perfectamente, sin que los bordes sean apreciables.
Además, es muy importante que sean duraderas, por lo que el poder adherente de los pigmentos debe ser alto. No es de vital importancia, sin embargo, el poder cubriente, pues en alguna ocasión necesitaremos mayor o menor poder cubriente, en función del look.
Sombras en polvos o pigmentos
Son aquellas sombras que contienen pigmentos coloreados muy concentrados. Son mucho más vistosas que las anteriores, y con menos cantidad de producto se pueden obtener muy buenos resultados.
Existe una gama muy importante de colores, tanto mates como nacarados. Con este tipo de sombras se obtienen resultados muy atractivos, que aportan mucho color, por lo que son ideales para trabajos profesionales en los que el maquillaje debe marcarse bien.
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Criterios de selección de sombras
Una vez que conocemos la composición de las sombras de ojos y las variedades posibles en el mercado, podemos pasar a analizar los criterios de selección a tener en cuenta a la hora de optar por una u otra sombra de ojos.
Estos criterios son la textura y el color, dos elementos imprescindibles teniendo en cuenta el tipo de producto del que se trata.
Elegir la textura
La textura de las sombras de ojos se elige en función del efecto que se quiera conseguir.
Existen texturas cremosas o grasas, muy vistosas y favorecedoras, aunque tienen un inconveniente, y es que al cabo del tiempo se deslizan y se acumulan en el pliegue del párpado.
Por otro lado, si lo que se quiere conseguir es un efecto más duradero, habrá que optar por las sombras en polvo, tanto suelto como compacto, que se fijan mejor.
Elegir el color
La elección del color depende de varios factores, como el color, la forma y el tamaño de los ojos.
- Color de los ojos
En lo que respecta al color de los ojos, hay que tener en cuenta que los colores complementarios son los que hacen destacar el color.
Por ello, generalmente, se opta por una serie de colores complementarios.
– El complementario del azul es el naranja, por lo que los ojos azules destacarán más si se maquillan en naranja o en tonos de su gama, ya sea salmón o amarillo anaranjado, entre otros.
– Los ojos verdes, por su parte, destacan también con su color complementario, el rojo, aunque este color es demasiado agresivo. Por ello, en su lugar, se aplican marrones rojizos, terracotas, o similares. A los ojos verdes les favorecen mucho los tonos ciruela, naranja o violeta.
– Los ojos marrones admiten mayor variedad de tonos, aunque resultan más armoniosos con colores cálidos.
Hay que tener en cuenta que, generalmente, no se aplica un único tono, sino que se funden más de uno. En otras ocasiones también se opta por hacer degradados de color en el mismo tono o semejantes.
El maquillaje de fantasía o el de fiesta permite jugar con los colores, incluso aplicar distintos tonos con mucho contraste en el mismo párpado.
- Forma y tamaño de los ojos
Por lo que respecta a la forma y el tamaño del ojo, a la hora de elegir el color de una sombra de ojos hay que tener en cuenta que, al igual que en el rostro, los tonos claros dan volumen y los oscuros profundizan y disminuyen el volumen.
Es importante tener presente esto para producir efectos ópticos que corrijan la forma del ojo, es decir, para aplicarlo cuando sea necesario y evitar así tonos que, lejos de favorecer, pueden perjudicar el maquillaje.