Desde hace algún tiempo, cualquier escuela de estética recibe innumerables demandas de servicios relacionados con lo que, popularmente, se conoce como maquillaje permanente.
Se trata de la micropigmentación, una técnica correctiva que se ha convertido en un servicio estético bastante habitual en los salones profesionales.
Ya sea por necesidad estética o por comodidad, lo cierto es que son muchas las personas que, cada vez más, optan por este tipo de maquillajes permanentes.
Pero es importante que recuerdes que este peculiar tratamiento requiere de una formación especializada, y que siempre debe ser un esteticista o maquillador cualificado el que lo realice.
Si quieres conocer más detalles de la última sensación en los salones de belleza, atenta a todos los detalles que te mostramos a continuación.
¡Descubre el universo del maquillaje permanente!
Adiós a los retoques
La micropigmentación se puede definir como una técnica correctiva que permite dar un toque de color, así como resaltar o corregir rasgos de zonas como los labios, las cejas y los ojos. Estas correcciones de color tienen carácter semipermanente, y evitan que la persona tenga que realizar retoques de forma diaria.
El carácter semipermanente viene determinado por las características de cada piel, el tono del color elegido y la edad, entre otros.
De este modo, los pigmentos que se implantan en la piel mediante la micropigmentación son absorbidos, prolongándose su duración entre 1 y 4 años.
El tiempo puede variar según dichos factores, llegando a permanecer hasta 5 años en el caso de pieles secas o envejecidas, y de 1 a 2 años en pieles grasas o jóvenes.
En cuanto a la técnica, consiste en inyectar en la piel, mediante una aguja, una serie de pigmentos que aportarán un determinado color.
El trabajo con aguja debe ser muy preciso, pues además de dar color, el objetivo de la micropigmentación es conferir a la zona tratada una forma que se ajuste a lo que deseamos o necesitamos.
Abanico de colores
Los pigmentos que se usan en la micropigmentación son inorgánicos y contienen óxido de metales. Se trata de una serie de minerales que cuentan con ciertas características que hacen que su aplicación sea todo ventajas.
El gran tamaño de sus partículas evita las migraciones en la zona, actuando además como hipoalergénicos y proporcionando una mayor fijación y cobertura.
La carta de color en la micropigmentación está formada a base de determinados pigmentos estabilizados y estériles. Este abanico cromático cuenta con una amplia gama de tonos, entre los que se incluyen colores como el Ceniza, el Tabaco, el Rojo Intenso, el Naranja, el Negro o el Azul, entre muchos otros.
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La elección del color es imprescindible a la hora de optar por la micropigmentación, y es que, dependiendo de la naturaleza del color, el profesional aplicará unas u otras técnicas.
En el caso de colores claros, los expertos aplicarán, como máximo, 1 o 2 gotas, mientras que para colores oscuros como el negro, la cantidad debe ser mucho menor, controlándola en todo momento para no obtener resultados artificiales.
Recomendaciones anteriores y posteriores
Ahora que conoces un poco más la micropigmentación puedes decidir si es lo que estabas buscando, ya sea para conseguir un excelente maquillaje permanente en las cejas, el perfilado de labios o la línea del ojo, entre otros.
En el caso de que así sea, presta mucha atención a las recomendaciones que has de tener en cuenta tanto antes como después del tratamiento.
Las recomendaciones y consejos anteriores y posteriores al tratamiento son fundamentales para asegurar un resultado perfecto y, sobre todo, sin riesgos ni problemas de salud.
Así que, ¡toma papel y lápiz!
Cuidados anteriores
Procura no beber alcohol, café, té o cualquier otra bebida que contenga cafeína. Del mismo modo, evita fumar antes y después de la micropigmentación, y no te sometas a rayos UVA los días anteriores al tratamiento.
Cuidados posteriores
Una vez realizado el servicio de micropigmentación, es muy importante que limpies la zona con manzanilla, al tiempo que la secas bien.
Aplica Aloe Vera y otros productos y métodos en la zona tratada, como el frío seco durante la primera noche posterior a la micropigmentación.
Del mismo modo, es recomendable no someterse a rayos UVA durante, al menos, 30 días.
Tampoco lo es maquillar la zona tratada ni asistir a piscinas, saunas o playas durante el mismo tiempo.
Además de estas recomendaciones, es importante recordar que, pasados los 30 días, debe hacerse un control con el profesional para corroborar que todo está bien.
En el caso de haber perdido un exceso de pigmento, no te alarmes. Es algo común que sólo precisa un repaso, dependiendo del tipo de piel.
Del mismo modo, cada año, es aconsejable acudir al profesional para mantener un seguimiento y asegurar que los buenos resultados permanezcan intactos.
Y tú, ¿te atreves con el maquillaje permanente?