Hoy en día, para muchas personas es impensable salir a la calle sin ir bien depilado. Al menos de aquellas zonas del cuerpo que están a la vista. El vello empezó a ser visto socialmente como algo antiestético para las mujeres, pero es algo que poco a poco se ha ido transportando al sexo masculino. Ambos pensando en su estética, pero también en su comodidad e higiene.
La industria de la depilación ha ido evolucionando poco a poco para convertirse en un sector potente en el mercado e innovador. Las técnicas se han mejorado y perfeccionado gradualmente para adaptarse a cada tipo de piel.
Existen distintas clases de pelo que todo esteticista profesional debe conocer a la perfección y que pueden ayudarte a realizar una buena depilación profesional.
- Cabello: pelos largos y flexibles que recubren la piel de nuestra cabeza.
- Pestañas y cejas: pelos cortos y rígidos que se sitúan alrededor de los ojos.
- Vello corporal: pelos cortos y flexibles que se extienden por gran parte del cuerpo.
- Pelos de axilas y el pubis: pelos largos y gruesos que protegen estas zonas.
Conociendo los distintos vellos y pieles podrás informar debidamente a los clientes de qué técnica de depilación puede adaptarse mejor a sus necesidades. A continuación se presentan los distintos métodos que existen para la eliminación del vello en estética profesional, junto con sus ventajas e inconvenientes.
Depilación con cera
La depilación con cera es uno de los métodos más comunes y utilizados por la mayoría de personas. ¿Y cuál es el elemento básico? La cera. Ya sea caliente, tibia o fría. A pesar de que desde la aparición de la depilación láser o la fotodepilación ya no cuenta con el mismo protagonismo, sigue siendo uno de los métodos más tradicionales con el que se consigue un resultado prácticamente perfecto.
La cera caliente, al aportar calor a la piel y dilatarse el poro, consigue que el pelo salga con más facilidad y no produce tanto dolor. Se arranca el vello de raíz de cualquier parte del cuerpo. Ya sea fino, grueso, largo o corto. Es considerada una técnica beneficiosa y tiene un efecto exfoliante, ya que elimina las células muertas que se acumulan en la superficie de la piel. Es rápida y poco costosa. Ahora bien, también deben tenerse algunos puntos en cuenta:
- No calentar la cera en exceso, ya que puede ocasionar irritaciones y quemaduras.
- No aplicar en zonas que estén dañadas o irritadas de forma previa.
- No emplear muchas capas de cera en una zona, de una a tres es suficiente.
- No se aconseja para personas que sufran insuficiencia venosa o varices, ya que el calor dilata los vasos sanguíneos.
La cera tibia o la cera fría son las más recomendadas para personas que sufren problemas circulatorios. Ahora bien, su resultado es ligeramente menos efectivo, ya que los poros no se dilatan tanto como con la cera caliente y el pelo en algunas ocasiones se corta. Además, son levemente más dolorosas, sobre todo la fría.
Para conseguir un mejor resultado, existen distintos productos como el Aceite Post-Depil, indicado para después de la depilación. Contiene activos como el aceite de maíz, zanahorias, manzanilla o vitaminas A, C, E y F que mejoran la renovación celular y la elasticidad evitando la exfoliación. Además, ayuda a retirar los restos de cera. Asimismo se puede utilizar un biológico acuoso que retrase el crecimiento del vello, como el Biológico Depil Retard que se aplica tras la depilación y que también contiene activos reparadores y calmantes. Pero si quieres que la piel se hidrate, refresque y se descongestione de manera inmediata utiliza el Gel de aloe vera Post-Depil, un producto muy versátil y que también puede utilizarse para aliviar irritaciones cutáneas, regenerar cicatrices y estrías o para el cuidado cotidiano de la piel.
Puedes especializarte en la técnica de depilación con cera en el curso intensivo de depilación con cera caliente y tibia o en el curso intensivo de depilación con cera fría.
Depilación luz pulsada
La depilación con luz pulsada o fotodepilación es un sistema que aplica pulsos de luz de carácter policromático a través de una lámpara de xenón para hacer desaparecer el vello. La lámpara se coloca muy cerca de la piel y se efectúan ligeros disparos de luz que pueden llegar hasta los 70oC. El aumento de temperatura destruye de forma progresiva la raíz y el vello se va debilitando sesión tras sesión. Aunque no se considera un método definitivo, sí que debilita en gran cantidad el vello. Se adapta a una gran variedad de pieles y vellos, pero siempre será más efectivo para fototipos bajos. El fototipo de una persona es su capacidad de reacción ante la exposición solar y se clasifica con un valor numérico que va del 1 al 6 según la cantidad de melanina que genera la piel.
Depilación laser
El aparato láser emite una luz monocromática a un grupo reducido de folículos pilosos. Esta luz atraviesa la piel –sin dañarla– y actúa a través de la melanina del vello destruyendo la raíz. El láser es más puntual y preciso que la fotodepilación. Conviene realizar este tratamiento cuando se tiene una piel clara con vello oscuro, ya que es cuando es más efectivo.
Tanto en la depilación con luz pulsada como la laser, se tiene que tener en cuenta que el vello no está siempre en la misma fase de crecimiento y que tras la primera sesión no desaparecerá todo y volverá a crecer. Ahora bien, tras cada sesión se consigue una reducción del pelo y también su debilitación.
Depilación eléctrica
La depilación eléctrica consiste en la destrucción de la zona del folículo piloso donde se encuentran las células germinativas, con el objetivo final de evitar que aparezca un pelo nuevo. Se constata como el único método de depilación permanente. Es la más eficaz de todas. Las sesiones pueden ser muy largas dependiendo de la zona a tratar y pueden aparecer rojeces.
Actualmente, se utiliza sobre todo para aquellas personas que se realizan la fotodepilación o laser y quieren hacer desaparecer aquel vello blanco o muy rubio que no se ha eliminado con estos dos últimos métodos.
Si quieres dominar las técnicas de depilación eléctrica, tanto de las zonas más delicadas como de las más comunes, puedes hacerlo a través del curso intensivo de depilación eléctrica.
En el caso que quieras convertirte en un especialista del cuidado del cuerpo y la mente en toda la regla, puedes realizar el curso de Técnico Superior de Imagen en Estética o el Curso Global de Estética donde aprenderás todas las técnicas y tratamientos innovadores del wellness.