Paso 1: Con un pincel de pelo sintético, extiende el producto en las zonas a corregir. Puedes elegir una u otra tonalidad en función de la imperfección, aunque es recomendable que se adecúe al tono de tu piel.
Paso 2: Para obtener un acabado más natural, da pequeños toquecitos con la yema de los dedos, asegurando que el producto se asiente.
Paso 3: Finalmente, para conseguir un resultado más duraderos y disimular la textura cremosa del corrector, aplica polvo fijador en las zonas tratadas.
¡Luce un aspecto uniforme y sin imperfecciones!