En el gran día de la boda no solo ha de lucir espléndida la novia, sino todas aquellas personas que forman parte de este gran evento, como la madrina.
La madrina es una de las figuras más importantes, después de la pareja, en una boda. Es ella la que capta toda la atención de los invitados, pues es, junto con el padrino, la que acompaña hasta el altar a los prometidos.
Es por ello que, en un día tan señalado, su imagen debe ser inmejorable. Para ello, innumerables elementos entran en juego, como la vestimenta o el peinado, pero sólo uno de ellos será el decisivo para que la madrina logre deslumbrar: el maquillaje.El maquillaje para la madrina debe tener en cuenta numerosos factores para conseguir los mejores resultados. Desde el vestido hasta los complementos, pasando por el peinado y las características personales de la madrina, como la edad.
Un sinfín de condicionantes que hacen que este maquillaje sea uno de los más estudiados en los cursos de maquillaje, donde centran su atención en lograr un resultado espectacular para una ocasión que lo merece.
Si quieres descubrir algunos consejos sobre maquillaje para madrinas, no pierdas detalle de lo que te contamos a continuación.
Factores a tener en cuenta
En el maquillaje para madrinas es importante analizar las distintas necesidades que puedan existir dentro de este servicio.
Para empezar, siempre hay que tener en cuenta todos los argumentos, apuntes y demandas que tenga la madrina, aportándole nuestro punto de vista. Además, es recomendable mantener una pequeña entrevista previa al día de la boda, para poder resolver algunas dudas y aclarar ciertos puntos.
Su idea del maquillaje ideal, el look que lucirá, los colores predominantes en el vestuario, las joyas, los complementos y los tocados, así como si la boda es de día o de noche, son algunos aspectos fundamentales para garantizar el éxito del resultado.
Una vez dispongamos de toda la información, pasaremos a los aspectos más técnicos del maquillaje.
Características personales
Uno de los aspectos técnicos a tener en cuenta a la hora de realizar el maquillaje es la edad. No olvidemos que las madrinas suelen tener una cierta edad, lo que se traduce en síntomas de flacidez y pequeñas arrugas en el rostro. Es por ello que optaremos por cosméticos específicos para este tipo de pieles.
En este caso, para lograr un efecto de rejuvenecimiento instantáneo, prepararemos bien la piel con productos tensores e hidratantes, como un tensum con efecto flash.
Otro punto a tener en cuenta, al igual que ocurre en cualquier estilo de maquillaje para madrinas, es el tipo de piel.
En este caso hay que escoger un fondo de maquillaje específico para pieles maduras, que cumpla varios requisitos indispensables, como ser cubriente, de acabado natural, fijo y luminoso, altamente hidratante y de textura fluida.
Es muy importante recordar que en pieles maduras nunca fijaremos o matizaremos utilizando polvos translúcidos, ya que acentúan la sensación de arruga.
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Elección y aplicación de producto
Una vez estudiada la situación y elegidos los productos según la edad y el tipo de piel, es hora de poner en marcha el resto del maquillaje.
En primer lugar, es importante decidir si centraremos la atención en los ojos o en los labios.
Si optamos por la mirada, lo más adecuado a la hora de elegir un color es crear una armonía con el estilismo, es decir, con el color del vestido. Otra opción acertada es utilizar tonos neutros.
Miradas
Para maquillar los ojos trabajaremos con sombras que, aunque sean en polvo, tengan un punto de cremosidad. De esta forma conseguiremos mayor fijación y disimularemos los pliegues del párpado.
Hay que evitar trabajar con estructuras excesivamente marcadas, como cuencas o eyeliner, ya que, debido a los pliegues, se puede acabar desestructurando la proporción del ojo.
Lo más aconsejable es trabajar estructuras ahumadas, siguiendo la forma natural del ojo y pasando los tonos más oscuros sobre los pliegues del párpado.
Una vez aplicadas las sombras, depositamos la máscara de pestañas en la parte superior y en la inferior, sólo si conserva la totalidad de las pestañas.
Podemos ayudarnos de pestañas postizas para aportar mayor altura y apertura al ojo, y podemos elegir entre las enteras o las pestañas en grupo, que se aplican sólo en el extremo del ojo para conseguir un acabado más natural.
Un buen truco para aportar mayor amplitud al párpado es corregir la ceja, dándole un poco más de altura.
Pómulos y labios
Una vez maquillados los ojos, es el turno del pómulo. Para conseguir un efecto más joven, sólo hay que aplicar sobre la mejilla tonalidades rosadas o melocotón.
Y por último, los labios. Para lograr unos labios deslumbrantes, lo primero es usar un preparador labial que nos ayude a dar fijación a la barra.
Aplicado el preparador, podemos pasar a perfilar los labios con un tono similar al del labial elegido, pero restableciendo la forma del labio y proporcionando una forma más redondeada y un acabado ascendente en las comisuras.
Recuerda que es importante elegir un tono que combine con los colores predominantes y armonice con el maquillaje.
Para finalizar, pulveriza un fijador de maquillaje que nos ayude a mantener el maquillaje intacto hasta el momento del desmaquillado.
¡Feliz boda!