El maquillaje de fantasía es la estrella protagonista en todas aquellas fiestas en las que lo común es mostrar un look sexy, atrevido y, sobre todo, original. Carnavales, Halloween, representaciones teatrales, caracterización, eventos temáticos o cualquier otro acto de esta índole se convierte en la ocasión perfecta para practicar la fusión entre belleza y fantasía y presumir de un maquillaje impactante.
Muchos expertos definen el maquillaje de fantasía profesional como aquellos looks diseñados para crear una experiencia. No se trata sólo de combinaciones arriesgadas y llamativas, sino de toda una representación artística.
El maquillaje de fantasía nos permite jugar con la imaginación, permitiendo una total libertad y desafiando la creatividad. Es el maquillaje del mundo de la fantasía, con el que se puede lucir un aspecto totalmente diferente, ya sea el de una sirena, una bruja, un insecto, un objeto inanimado o un animal. El cuerpo humano se convierte en el mejor lienzo, y el maquillador da rienda suelta a su imaginación como un auténtico artista.
Mientras que, generalmente, la finalidad del maquillaje es mejorar nuestro aspecto y corregir imperfecciones para resaltar la belleza, el maquillaje de fantasía profesional se utiliza para transformar el aspecto.
Tanto es así que, a diferencia del maquillaje social, el maquillaje de fantasía emplea la totalidad del rostro como un lienzo en blanco. La frente, la barbilla y la nariz también pueden entrar en juego en el diseño fantástico.
El maquillaje de fantasía profesional, al igual que el maquillaje social, requiere una serie de materiales y productos concretos, caracterizados por su función y cualidades, como la larga duración, imprescindible para que este tipo de obras de arte permanezcan intactas durante mucho tiempo.
A continuación, descubre todos los productos necesarios para llevar a cabo este tipo de trabajos de fantasía, dignos del mejor curso de maquillaje profesional.
• Aguacolor
Es el elemento principal para cualquier maquillaje de fantasía. Se trata de un cosmético específico para maquillajes faciales y corporales. Se humedece con agua la superficie seca del color hasta lograr una consistencia más cremosa.
Para su aplicación se utiliza un pincel o esponja, esparciendo el maquillaje sobre la piel y dando varias capas para lograr un efecto más cubriente. Encontramos aguacolores en versión mate, en tonos perlados, y en colores neón fosforescentes y supracolores, resistentes al agua y la transpiración.
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