Al igual que un maquillador lleva siempre su set de pinceles, borlas y paletas, o el peluquero sus peines, tijeras y secador, la esteticista también tiene herramientas con las que trabaja, aunque por su volumen, a veces no es fácil meterlas en un maletín y cargar con ellas.
Una esteticista toca muchas áreas de la imagen y la salud. Podemos ir desde lo más obvio a lo más complejo.
Uniforme
Un uniforme limpio y planchado transmite una sensación de profesionalidad casi médica, lo que es importante para un cliente que puede sentirse bastante vulnerable durante las sesiones en cabina. Va a compartir con una persona que conoce más o menos un estado de desnudez que probablemente no le sea muy habitual. La depilación, la pedicura, la limpieza cutánea o algunos tratamientos corporales, por poner algunos ejemplos, necesitan que el cliente se sienta cómodo y en buenas manos. El uso de uniforme crea una necesaria separación entre cliente/paciente y su esteticista.
No sin mis pinzas
La esteticista las lleva siempre a mano, normalmente en un bolsillo de fácil acceso. Los bordes de la boca de la pinza deben encajar perfectamente para poder extraer de raíz cualquier vello, lo que hace constantemente: mientras depila piernas e ingles, arregla las cejas o el labio superior, o realiza una limpieza de cutis. Hay pinzas con una punta más afilada para retirar vello rebelde o enquistado. Deben estar siempre limpias y pasar por el autoclave de manera habitual para su completa desinfección. Unas tijeras pequeñas también son importantes para recortar pelo.
Herramientas de manicura y pedicura
Limas y tacos son una constante en el oficio de una esteticista. Ésta sabe elegir el accesorio más adecuado con una pasmosa rapidez adquirida con la práctica, para recortar, dar forma y pulir a todo tipo de uñas naturales y artificiales. También necesita un juego de alicates, espátulas y otros para tratar todos los casos. Cada alicate se acaba amoldando con el uso a la mano de la esteticista, por lo que son herramientas muy personales y ésta le da mucha importancia a su cuidado.
Esmaltes
Las lacas de uñas básicas que debe tener son los que pueda utilizar en una manicura francesa (varios porcelanas y blanco), el clásico y favorecedor rojo, un rosado discreto y bonito, un marrón rojizo, y para el verano, algún fucsia más llamativo. A partir de aquí, puede disponer de una amplia gama de lacas de uñas con todo tipo de acabados (con purpurina, metalizadas magnéticas para decoraciones con imán, mates, flúor). Y tener siempre a mano el quitaesmalte en gel con tisúes o algodones.
Desde hace unos años, las clientes buscan la comodidad de llevar un esmalte semipermanente. Así que la esteticista debe añadir los mismos colores de esmalte en formato gel-lacker, y los productos necesarios para realizarlo: ultrabond, base&Top Coatt y la lámpara Wood.
Con otros sencillos artículos (pedrería, purpurinas, adhesivos, etc.) puede llevar a cabo un sinfín de decoraciones muy logradas y con un acabado profesional.
Lámpara Wood
Los servicios de uñas son cada vez más demandados en los salones de belleza. Son esenciales en la creación de uñas artificiales en gel o para secar el esmalte semipermanente de gel-lacker. Así pues un profesional debe tener una lámpara Wood potente y que, si puede elegir, un modelo que permita secar una mano completa para ganar tiempo.
Pinceles para uñas
Al igual que el maquillador tiene un set de pinceles para trabajar, la esteticista necesita un juego de pinceles para moldear uñas acrílicas y en gel, o para realizar decoraciones. Estas herramientas deben mantenerse siempre en buen estado, y para ello hay productos como el líquido limpiador de pinceles con el que eliminar los restos de gel. Para los restos de pasta acrílica es mejor el disolvente de uñas artificiales.
Aromaterapia
Una esteticista con conocimientos en aromaterapia debe tener un conjunto de esencias fetiche con las que trabajar. Con los conocimientos precisos, no hace falta que sean muchas. Mezclándolas con los aceites vegetales (portadores), puede tratar muchas afecciones o complementar servicios para aumentar su efectividad. Algunas esencias, como la lavanda o el árbol del té, pueden usarse directamente sobre la piel, con propiedades calmantes o desinfectantes. Si la profesional mezcla los aceites esenciales con cremas base abiertas y neutras, tanto faciales como para masaje, logrará realizar infinidad de sinergias y de tratar al cliente además a nivel psicosomático.
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Cromoterapia
El uso de geles cromáticos puede sustituir el uso de aparatología u otros productos de cabina. Con sólo los tres básicos (azul, rojo y amarillo), puedes realizar todas las combinaciones de colores necesarios para tener un amplio registro de acciones. El gel cromático rojo, que genera calor y abre los poros, puede ser un buen sustituto del baño de vapor facial en pieles delicadas. El azul, que aporta frío y sensación calmante, puede ser usado tras una extracción de comedones, depilación o un peeling realizado con energía.
Para depilar
Es uno de los servicios más demandados en los centros de estética, y además para las clientas es casi una cita obligada cada ciertas semanas. Por ello la profesional debe estar bien aprovisionada de todos los materiales necesarios. La cera caliente precisa, además de las perlas de cera para derretir, de un calentador y un filtro, además de una paleta de madera con que extenderla. En caso de cera tibia, los bloques de cera con su calentador portátil, y tiras de papel encerado. Para terminar, productos post-depilación, como preparados con aloe vera o ampollas con formulaciones que retrasan la aparición del vello.
Limpiezas de cutis y tratamientos faciales
Incluso si sólo tiene que depilar el rostro de una clienta, la esteticista precisa de los artículos necesarios para una correcta higiene facial. Desmaquillante para las bases y máscaras de pestañas más resistentes, tónico para eliminar los restos que aún perduren en la piel (para purificar y ayudar a la regeneración), diversos peelings con más o menos nutrición para exfoliar y luego un conjunto de serums y cremas para tratar todo tipo de rostros (desde cremas para pieles grasas, cremas hidratantes, o con activos anti-envejecimiento).